Todos los salvadoreños que nacimos a finales de los 80 y principios de los 90 conformamos el relevo generacional, es ineludible. Debemos ser parte activa de ese relevo, aunque, al fin y al cabo, es decisión de cada uno. Muchos se resisten a esta idea ya que el concepto “relevo generacional” usualmente evoca a política, y para muchas personas la “política es sucia”. Pero la política -aunque muchos se niegan a aceptarlo- es parte del día a día. Existe la opción de ser “políticamente activo” sin pertenecer oficialmente a ningún partido.
¿A qué me refiero con “políticamente activo”, sin pertenecer oficialmente a ningún partido?
Me refiero a conocer a fondo cuáles son los obstáculos que aquejan al país y las posibles medidas a aplicar para salir adelante. Mencionaré algunos problemas: la lenta aprobación de la ley de transparencia (actualmente está siendo “revisada” por la Asamblea Legislativa), aumento de la deuda pública, o mal uso de los fondos del Estado para subsidios. Aumento en los impuestos. Nepotismo en los puestos gubernamentales. Falta de austeridad en el gobierno, por ejemplo las plazas fantasmas en la Asamblea Legislativa. Un nuevo “pacto fiscal” que no fue previamente discutido por el gobierno y los empresarios. Mal estado de las carreteras y calles.
Los problemas que achacan al país, los conocerás día con día en las noticias, en los blogs de opinión, en columnas de los periódicos impresos y en línea, en páginas de internet como esta o en estudios y encuestas realizadas y publicadas por medios de comunicación. Interésate por las mejores alternativas de solución, infórmate y participa en las discusiones que se desatan por las medidas y declaraciones efectuadas por nuestros gobernantes. Lee todos los puntos de vista. Encuentra la brújula que te permita conocer la dirección que necesita El Salvador y lo que se requiere para darle rumbo.
Me podrás decir: Ok, ya conozco esos problemas ¿pero qué puedo hacer yo por ellos? ¡No está en mis manos cambiarlos!
Pues, en mi opinión, sí está en tus manos cambiarlos. Tú ya puedes votar. Y debes votar, no por las promesas que ya pronto empezarán a sonar en la campaña política que se avecina sino más bien, por resultados concretos o acciones específicas que los gobernantes efectúen a los problemas antes mencionados.
Escoge tomando en cuenta todos sus años y acciones en el poder. Hay que tener memoria, no hay que olvidar grandes “escándalos “que poco a poco pasan. Por ejemplo, casi nadie recuerda el revuelo causado por la decisión del gobierno de “invertir” $100 millones en aviones. ¿Qué se llevo a cabo? ¿Se compraron?¿En algún momento se justificó esa compra?
Hay que exigir resultados y conforme a estos resultados, votar.
A esto me refiero al darle “rumbo” a El Salvador, escoger candidatos que se conviertan en verdaderos gobernantes. Estamos en un momento pívot de la historia, si no quieres estar dentro de la política, pues elige a representantes que realmente tomen las riendas del país. Deja sin el voto a diputados que se pasan de un partido a otro sin razón o justificación valida. Acuérdate de las promesas de campaña y revisa conforme pasa el tiempo cuáles se han cumplido.
Relevo generacional: No solo se puede participar activamente en la política dentro de los partidos. Todos podemos y debemos hacer algo, ya no estamos en edad de empezar a leer los diarios por sección deportiva sin llegar a las noticias principales, ya somos personas con uso de razón. Ocupemos esa razón, analicemos las acciones de los gobernantes que elegimos con nuestro voto. Hagamos que estos sean nuestros verdaderos representantes. De nosotros depende darle dirección al país, si tú no lo haces, alguien más lo hará. No seas apático, después no se valen quejas que no te gustó lo que alguien más forjó en El Salvador.